Primera colaboración del dúo Newman - Redford con el realizador George Roy Hill, "Dos hombres y un destino" (1969) es una película hija de su tiempo y, a la vez, heredera de la mejor tradición del western clásico además de una elegía sobre un mundo (o una forma de vida) agonizante.
Es, decía, una película hija de su tiempo en muchos detalles los cuales, paradójicamente, han hecho que su encanto se acreciente con el paso del tiempo pues la nostalgia suele ser un buen negocio. Dentro de lo más positivo hay que destacar el estilo aventurero, casi juvenil (Redford y la hermosa Katherine Ross no habían cumplido los treinta) y despreocupado del film, al menos en sus primeros compases. También en la inclusión de la música, la famosísima canción de Burt Bacharach «Raindrops keep fallen on my head» interpretada accidentalmente por Nilson (afónico, lo cual le da un toque aún más simpático), que hoy día es muy habitual pero entonces resultó novedoso en la forma y el fondo, casi de vídeo clip. Esta famosa escena de la bicicleta ("te presento el futuro" le dice Butch a su compañera) es más que útil para mostrarnos el carácter de los personajes: Butch, optimista, vital y despreocupado; Etta, enamorada de los dos hombres, se deja llevar por ellos, huyendo de una vida convencional, llena vitalidad y belleza.
La ausencia de Sundance es sintomática: ya para entonces sabemos que es un hombre lacónico, duro y adusto aunque su fidelidad a Butch es total, como se ve en la no menos divertida escena del desafío de uno de sus secuaces de la banda.
Amor libre, mitos del western cuestionados, música pop, estilo visual estilizado (la incansable persecución a los protagonistas parece más de película de terror o thriller)... espíritu hippie en un filme de los 60... Sí pero no.
Decía antes que es también heredera del western más tradicional y, aunque con cuentagotas, el fantástico guion de William Goldman nos ofrece grandes momentos al respecto. Primero, los dos accidentados asaltos al tren: nada más fiel a la esencia del género que unos bandidos robando a la Union Pacific, con toque cómico y un líder de "la banda del desfiladero" encantador. Segundo, en el tramo final desarrollado en Bolivia, donde los protagonistas tratan infructuosamente de llevar una vida honrada, hay un momento de "toma de conciencia" o si se prefiere de ruptura con todo lo anterior en el que se ven obligados a acribillar a unos bandidos que previamente habían matado al hombre que les acababa de contratar. Aunque esa escena esté rodada al más puro estilo Peckimpah, con ralentí y música dramática, el resultado es más parecido al de un film de Ford o Hawks. Pienso en el momento en el que Ethan encuentra a su sobrina en "Centauros del desierto" (1960) o en los personajes interpretados por James Stewart en los westerns de Anthony Mann, siempre vengativos o traumatizados. Porque por entonces ya el género había llegado a su madurez y la psicología de los personajes era algo más que trabajado en las historias. Butch y Sundance Kid han descubierto que el paraíso no es lo que era ni dando esquinazo a sus pertinaces perseguidores. La mujer que los ama les ha dejado, su vida ya no volverá a ser la misma. Sin embargo hay un matiz que hace diferente a esta película a otros western "adultos": si en Ford o Hawks hay una añoranza a los viejos tiempos, a los tipos "de antes", aquí los protagonistas forman parte de una generación que se siente oprimida y (literalmente) perseguida por el orden establecido. Un orden que no sólo no pueden cambiar sino que no les deja vivir en libertad. Un mensaje plenamente actual.
No es de extrañar el final, mítico pero al parecer poco realista (se dice que Butch sobrevivió y emigró a Australia, donde prosperó como ganadero) en el que los dos personajes ven congeladas sus imágenes justo antes de morir. Se imprime la leyenda, ya lo dijo John Ford.
Título original
Butch Cassidy and the Sundance Kid
Dirección
George Roy Hill
Reparto
Robert Redford, Paul Newman, Katharine Ross, Strother Martine, Jeff Corey, Henry Jones, Cloris Leachman, Ted Cassidy, Kenneth Mars.
Duración
112 min.
Guion
William Goldman
Música
Burt Bacharach
Fotografía
Conrad L. Hall
Productora
20th Century Fox